Es el amor el que contiene a la belleza y no la belleza al amor.
Uno de los prejuicios más arraigados en los seres humanos es precisamente el que hace de la belleza el origen principal del amor. Lo cual es falso.
La belleza no es la causa del amor, aunque toda regla tiene su excepción. La belleza es relativa, por ejemplo, una persona que le guste a Juan puede ser totalmente indiferente para su hermano Esteban.
Las personas suelen ser indulgentes con el ser que aman. Como lo dice el dicho "Sólo tiene ojos para ella(él)". Los defectos no los ven, o los ahuyentan de la mente, pero en cambio los excita.
Como explica el Dr. Yve Moigno (Psicólogo y Sexólogo) "Porque los razgos del ser amado tienen para nosotros una sutil e inexplicable armonía, una belleza conmovedora que nos parece inigualable".