Entre amar y seducir existe una gran diferencia:
Amar es el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Mientras que seducir es atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de él o ella una relación sexual.
Por ejemplo, un hombre puede desear a una mujer que encuentre seductora sin amarla para nada. Su materia plástica le excitará su sensualidad, pero no sus sentimientos. De igual forma una mujer puede sentirse seducida por un hombre que no ama.
El ideal sexual está lejos de corresponde siempre con el ideal sentimental: un hombre puede excitarse fácilmente con mujeres de personalidad y aspectos diversos, mientras que ama a una persona que corresponda a un perfil preciso. Las preferencias amorosas y sexuales de una mujer están íntimamente relacionadas; la mujer piensa más en sus sentimientos que en sus deseos sexuales.